lunes, 27 de octubre de 2008

Una noche para todos


amig@s quedan coordialmente invitados a nuestra presentacion que será este 1º de noviembre en el cafe Invidia que queda ubicado en la calle goitia #155 ente arce (altura nudo villazon) y capitan ravelo. a las 21 hrs el cover es de 10 pesitos.
y además contaremos con la presencia del trovador chileno José Cerpa, y algunos invitados sorpresa más.
Los esperamos

martes, 23 de septiembre de 2008

"Una mañana impresionante"


El dúo Travesía da sus primeros pasos y es muy lindo que quien nos ayude a caminar sea el colectivo La Paz Guitarra en Mano a quien debemos mucho, mil gracias a Carlos Chuqi(agueño) Arancibia, Entre Dos Aguas, Sergio Antezana, Vadik, Negro y Blanco por todo su apoyo espero podamos compartir canciones suyas y nuestras en algun futuro no muy lejano.
Por el momento gracias por el apoyo!!!
Todo ocurrio el domingo 21 en el prado, en el escenario de La Paz Guitarra en Mano, el cual lo compartimos con El Chuqui, Entre Dos Aguas, Sergio Antezana, Christian Benitez de Negro y Blanco.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

La travesía acaba de empezar... (Fran Fernandez)




Sean bienvenid@s a este nuestro espacio, su espacio, donde estará puesta a consideración "La música" la nuestra y la de nuestras influencias pues intentamos crear un espacio donde puedan ver la música desde otro punto de vista.


Entonces echo el llamado quedan invitados a este nuevo viaje, a esta TRAVESÍA.

domingo, 31 de agosto de 2008

Érase una vez...


Me viene a la cabeza una de las historias de Paco Espínola. Me parece escucharlo, a Paco: la vocecita tosida, arrastrada, el pucho sin brasa colgándole del labio, en las ruedas de fogón o de café hasta la madrugada.En los alrededores de San José había un curandero, negro viejo, analfabeto, que Paco había conocido allá en la infancia. El hombre atendía sentado bajo un ombú. Se ponía anteojos para examinar a sus pacientes con ojos de doctor y para hacer como que leía el diario.Todo el pueblo lo respetaba y lo quería. Como buen curandero de ley, el negro sabía salvar con yuyos y con misterios.Una tarde le trajeron a una enferma que estaba a la miseria. Era pura piel y huesos, la muchacha: muy pálida, la mirada sin luz, había perdido el hambre y estaba muda y sin fuerzas ni para caminar.El negro hizo una seña y se arrimaron al árbol los padres y el hermano.Él, sentado, meditaba; ellos, parados, esperaban.- Familia – dijo, por fin.Y diagnosticó:- Ésta muchacha tiene el alma toda desparramada.Y recetó:- Se precisa música pa rejuntarselá.


Días y noches de amor y de guerra

Eduardo Galeano